¿Qué es la inspección técnica de edificios (ITE)?
En base al RDL-8/2011 y las ordenanzas de cada Ayuntamiento, es un informe, firmado por técnico competente, de revisión del estado de todos los edificios anteriores a determinada fecha, para garantizar su estabilidad estructural, su adecuación funcional y su habitabilidad. Comprueba si el edificio tiene grietas, humedades, tuberías deterioradas, y si se detecta, se debe subsanar.

¿Por qué es importante?
Porque garantiza la habitabilidad del edificio, y detecta de forma prematura posibles problemas en el mismo. Es como la ITV de los coches, pero aplicado a los edificios.

¿Qué implica?
- para el usuario, conocer el estado de su edificio y poner los medios necesarios para subsanar problemas antes de que pongan en peligro la estabilidad del edificio y a las personas que lo habitan.

- para el técnico, asumir con su firma y su responsabilidad civil, el estado del edificio y plantear las reformas que en su caso se tuvieran que hacer para garantizar la habitabilidad del edificio por muchos más años.

¿Qué es el certificado de eficiencia energética?
En cumplimiento de la directiva europea 2010/31/UE y el RD-235/2013, se obliga a emitir un certificado firmado por un técnico competente, que indica el comportamiento térmico del edificio o vivienda. Tiene en cuenta el consumo de luz, calefacción y aire acondicionado, en función del estado y el aislamiento del edificio y es obligatorio para todo edificio nuevo, y todo edificio y vivienda existente para cualquier venta o alquiler.

¿Por qué es importante?
Porque indica al usuario el coste anual de la energía para mantener el confort de la vivienda. A mayor eficiencia, menor consumo, menor coste, y más ahorro.

¿Qué implica?
- Para el usuario, conocer de antemano el coste y nivel de confort de la vivienda, pudiendo decantarse en comprar o alquilar un piso más eficiente , aunque sea más caro, porque amortiza el sobrecoste en el ahorro anual en los recibos de la luz y el gas.

- Para el técnico, supone avalar con su experiencia, su firma y su responsabilidad, que los datos indicados son ciertos y que dicho coste es lo más real posible, con las consecuencias jurídicas que tiene faltar a la verdad en un documento público.